METÁFORA PARA DIECISIETE GOLPES.
Grupo de nuevos vídeodanza realizados con la bailarina y coreógrafa Olga Cameselle. Metáfora para diecisiete golpes está construida a partir del cuerpo fragmentado en palabras, movimientos, instantes de acontecimientos. Todas estas marcas se almacenan en el cuerpo. El lenguaje en términos lacanianos es una herramienta del cuerpo erógeno. Desde el inconsciente las pulsiones del cuerpo generan un lenguaje no exento de sexualidad y que se presenta en el espacio del cuerpo a través de la génesis de movimientos.
La danza ha sido un lugar de definición del rol de la mujer, de lo femenino. Un espacio premeditado para la representación del cuerpo. Un cuerpo de mujer como objeto sexual, sublime cuando no sometido a un papel pasivo, carente de sustrato social, y sometido a la mirada del hombre.
El vídeo va más allá de ser la huella del sujeto que danza, asume un nuevo recorrido, opera a modo de una reformulación de su identidad. Lo que se visualiza es el resultado de la acción del cuerpo danzante, del movimiento, la ejecución. Un proceso que transforma lo vívido en un proceso de la memoria. Una experiencia que perdura en imágenes en quienes la construyen y que más allá, interaccionado con la del espectador.
Unas veces el estímulo es sonoro, como detonante del material del momento. Otras veces, el espacio sonoro resulta una estructura con la que jugar. Otras es el propio estado físico-emocional el detonante para la materialización del tema. Nada de lo que acontece en esta jornada está completamente predeterminado.
Metáfora para diecisiete golpes lo enlazo con las políticas que cuestiona el género, rearticulando a través de las imágenes un nuevo espacio para el cuerpo. Exploro a través de la interfaz cámara-danza la complejidad del lenguaje del cuerpo, de su identificación, trazando un espacio para la reivindicación continua de la sexualidad, cuestionando la construcción social de la feminidad.
